jueves, 3 de mayo de 2012

Más de lo mismo




La música... ella me relaja, me hace olvidar todo lo demás, ¿que pasaría sino pudiera percibirla con mis oídos? ¿Dejaría de existir? No lo creo. No hacemos más que conocer lo que se nos deja conocer... y sólo podemos hablar de eso mismo. Entonces, ¿qué sentido tiene preguntarse por algo ajeno a los sentidos? Sólo podemos hacerlo real en nuestra imaginación, pero ¿realmente podemos imaginar algo fuera de lo que sentimos? Toda nuestra fantasía está sujeta a historias de sonidos, imágenes, olores y caricias. Si nunca hubiéramos podido tocar una flor, ¿acaso se habría creado en nuestro cerebro la conexión correspondiente para recrearla? Cada día me doy más cuenta de que al final no existen problemas ontológicos, lingüísticos, o epistemológicos... Existen problemas reales, y nosotros modelamos la realidad con nuestro lenguaje, la verdad es una correspondencia entre un universo impuesto y unas proposiciones referentes a él.


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